martes, 28 de julio de 2009

¿QUÉ TÍTULO?


Xeca 2007 (óleo)




… Su confusión era mayúscula y su desasosiego estremecedor, no era capaz de entender lo que le estaba pasando. Posiblemente se tratara de un mal sueño del que sin duda iba a despertar en breve.
Con pesadilla o sin ella, la realidad era que estaba allí, sentada en el fatídico banco de los acusados, pero su presencia no era advertida por ninguno de los ahí presentes, ni se la veía ni se la escuchaba. Estaba asistiendo, impotente, a su propio juicio. Un pleito con multitud de fiscales que impacientes se abrían paso casi con los codos para ser los primeros en arrojar sus acusaciones e intentar argumentarlas aportando las pruebas necesarias, aunque fueran falsas, de hecho esto poco les importaba. Pero contemplaba, incrédula, como curiosamente y con premeditación, en aquella sala no había un solo abogado defensor. Entre todos se habían encargado de que así fuera.
Ella intentaba levantar la mano para defenderse, incluso en varias ocasiones osó interrumpir aquella sarta de mentiras sin pedir turno, alzando la voz, pero era inútil, su presencia pasaba totalmente desapercibida. ¿Cómo era posible? ¿Sería cierto que no la veían? ¿Acaso la ignoraban?. De hecho, todo este circo poco le hubiera importado si no hubiese sido por el tremendo dolor que le ocasionaba ver que la magistrada, vestida con su toga negra para la ocasión, era ella, su mejor amiga, una de las personas a las que más quería. Sabía que era buena , con un gran corazón y que, aunque les pesara a muchos, la estima era recíproca. Pese a ello, las circunstancias eran las que eran y la togada parecía seguirles el juego sin tener mucha consideración por el calvario al que estaba sometiendo a su amiga. ¿Cuáles serían los motivos? Seguía importándole mucho más descubrir el porqué de la actitud de su amiga que no el veredicto final de aquel litigio sin sentido. Era su opinión la única que le importaba, puesto que todos los demás eran para ella tan solo los animales que enjaulados y reprimidos se dedicaban a entretener al público tal y como siempre les habían mandado sus domadores. Mas, desgraciadamente, era su íntima y querida compañera la que acabaría juzgando y dictando sentencia y, de ahí su tristeza e indignación al verse delante de ella sin conseguir cruzar palabra alguna.
Los despropósitos se sucedían, las barbaridades que se decían en aquella sala eran cada vez más insoportables. Acabó gritando, llorando y, al final, exhausta por la desesperación, acabó abatida.
Tuvo que rendirse ante la evidencia de que no conseguiría que su amiga la escuchara, sus intentos desesperados para que abriera los ojos y descubriera aquel sórdido montaje del que estaba siendo partícipe caían una vez tras otra en un pozo sin fondo.
Y así fue, aunque en lo más profundo de su corazón sabía que se equivocaba, dictó, como no podía ser de otra manera, una lamentable sentencia en contra de su compañera.
Era preciso, aunque difícil, recuperar la calma. Sabía que este era el momento de resignarse y aceptar aquella dura y absurda condena. Su cometido era ahora, esperar paciente a que fuese el paso del tiempo, que es el juez más lento pero más justo que existe, quien algún día le brindara la justicia que ahora se le negaba. ¡Y que mayor y más grata justicia que recuperar a su amiga! Sin necesidad de mirar atrás, sin reproches, sin rencores, sólo con las ansias y la esperanza del inicio de una nueva vida, donde el dolor y las dudas con los que antaño unos y otras minaron sus vidas, serían ahora los cimientos de una nueva relación, más fuerte, sincera y madura, en la que no iban a permitir que jamás nadie volviera a entrometerse. Este era el camino que le quedaba por delante, sería largo y arduo, pero la esperanza de conseguir una justa absolución por parte de su amiga jueza, era la que le daba fuerzas para afrontar cada nuevo día de este recorrido. La honradez y el respeto eran las únicas armas válidas para desenmascarar a quienes a hurtadillas habían conseguido separarlas…

Xeca


QUE NADIE (Manuel Carrasco)
http://www.goear.com/listen/8fd38c0/Que-nadie-Manuel-Carrasco

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ostres Xeca em sap greu per tu però que no veus que aquesta mai serà prou valenta per defensar-te davant ningú i encara menys de tornar a rallar amb tu. Per molt que la dominin i li diguin que sa teua companyia no li convé i que tu no estàs ben vista dins es mon social on ella es mou (ja saps perque)sa responsable final de ses seues decisions es ella i t'ha demostrat que per salvar es seu cul no li ha importat gens es mal que et pogués fer. Obre s'ull tia i deixa de defensar-la que ella no ho farà per tu. (Ja saps qui som)

María dijo...

Hola!

Hoy he visto que hace unos meses comentaste en mi blog. Perdona que no te haya contestado hasta hoy. EL blog solo lo escribo para deshaogarme de vez en cuando y no di la dirección a casi nadie. Asi que he pasado por alto hasta hoy tu comentario.
La verdad que tienes mucha razón, hay que educar a los hijos en valores y a ser felices el resto no importa.
Gracias por tu aportación a mi pequeño rincón inospito de este gran ciberespacio.

P.D. Tus cuadros me parece buenisimos y lo que escribes tb. En ese punto compartimos aficion.

Un saludo de una compañera que comparte este mar llamado libertad!